El euro digital llegará en los próximos, primero como un proyecto en fase de prueba y luego como una versión digital alternativa y totalmente válida del euro físico. Si estás interesado en cómo será el euro digital y sus posibilidades, seguramente te estés haciendo estas preguntas:
- ¿Qué es el euro digital exactamente y cómo funcionará?
- ¿Qué implicaciones tendrá para ciudadanos y empresas?
- ¿Cuáles serán sus posibles usos?
- ¿Será accesible para todos?
- ¿Qué diferencias tendrá con las criptomonedas y otras monedas virtuales?
En este artículo vamos a responder a todas estas cuestiones.
¿Qué es el euro digital?
El euro digital es una forma electrónica de dinero emitida por el Banco Central Europeo (BCE) que funcionará como complemento al efectivo, ofreciendo una versión digital del euro accesible para todos los ciudadanos y empresas de la zona euro.
Su objetivo es mantener la soberanía monetaria europea en un contexto de creciente digitalización de los pagos y aparición de criptomonedas y monedas privadas.
A diferencia de las criptomonedas, esta versión digital del euro estaría respaldada por el BCE. Esto está pensado para garantizar la estabilidad, seguridad y privacidad en las transacciones, sin reemplazar al dinero en efectivo, sino coexistiendo con él como un medio de pago moderno y fiable.
¿Cómo funcionará el euro digital?
El euro digital funcionará como una versión electrónica del dinero en efectivo, emitida y garantizada por el Banco Central Europeo (BCE). Los ciudadanos y empresas podrán tener cuentas o billeteras digitales donde almacenar euros digitales, gestionadas a través de bancos o proveedores de pago autorizados.
Con estas billeteras podrán realizar pagos instantáneos —tanto en tiendas físicas como en línea— sin necesidad de una tarjeta o cuenta bancaria tradicional. El sistema estará diseñado para ser seguro, accesible y privado, con la posibilidad de usarlo incluso sin conexión a internet en ciertas situaciones.
Además, el BCE limitará la cantidad de euros digitales que cada persona podrá tener, para evitar que se sustituyan los depósitos bancarios tradicionales y mantener la estabilidad del sistema financiero.
Diferencias con otras monedas virtuales y criptomonedas
El euro digital no va a ser como otras monedas virtuales o criptomonedas actuales. Se diferenciará de ellas en varios aspectos importantes:
- Emisor y respaldo: el euro digital estará emitido y garantizado por el Banco Central Europeo (BCE), lo que significa que tiene el mismo valor y respaldo que los billetes y monedas en euros. En cambio, las criptomonedas como Bitcoin o Ethereum son descentralizadas y su valor depende de la oferta, la demanda y la confianza del mercado.
- Estabilidad del valor: mantendrá un valor estable (1 euro digital = 1 euro físico), mientras que las criptomonedas son altamente volátiles y pueden cambiar de precio de forma brusca. Las criptomonedas son un activo de inversión muy usado como refugio y mecanismos de especulación, lo cual las convierte en un activo complejo que requiere un buen asesoramiento a nivel fiscal de criptomonedas.
- Regulación y seguridad: el euro digital estará regulado por las autoridades europeas, con mecanismos de seguridad y protección de datos. Las criptomonedas, en cambio, suelen operar fuera del marco regulatorio y pueden implicar mayores riesgos de fraude o pérdida.
- Objetivo: busca complementar el dinero en efectivo y ofrecer un medio de pago público, accesible y eficiente. Las criptomonedas, por su parte, se crean con fines variados, como inversión, innovación tecnológica o descentralización del sistema financiero.
Resumiendo, el euro digital será una moneda oficial, estable y controlada por el BCE, mientras que las criptomonedas son activos privados, volátiles y no regulados.
¿Cómo será el euro digital y qué implicaciones tendrá?
El euro digital supondrá una serie de avances en las transacciones entre compradores y vendedores. Los ciudadanos y empresas podrán pagar, enviar y recibir dinero de forma instantánea, tanto en línea como en persona, incluso sin conexión a internet en algunos casos. El euro digital tendrá un valor idéntico al euro físico (1 euro digital = 1 euro en efectivo).
En cuanto a sus implicaciones, el euro digital podría modernizar el sistema de pagos europeo, reduciendo la dependencia de redes privadas internacionales y fortaleciendo la soberanía monetaria de la Unión Europea. También facilitaría la inclusión financiera, al permitir pagos digitales sin necesidad de cuenta bancaria tradicional.
Sin embargo, también plantea algunos desafíos importantes, entre ellos: cómo proteger la privacidad de los usuarios, evitar la fuga masiva de depósitos desde los bancos comerciales hacia el BCE y garantizar la estabilidad del sistema financiero.
¿Y a nivel fiscal?
A nivel fiscal, el euro digital tendrá implicaciones importantes tanto para empresas como para particulares, con ventajas y desventajas que dependerán del diseño final que adopte el Banco Central Europeo (BCE).
Ventajas
Para las empresas:
- Mayor transparencia y trazabilidad de las transacciones, lo que puede simplificar la contabilidad, auditorías y cumplimiento tributario.
- Pagos más rápidos y seguros, reduciendo costes por comisiones y fraudes.
- Eliminación de intermediarios en algunos pagos, lo que mejora la eficiencia y la liquidez.
Para los particulares:
- Pagos instantáneos y gratuitos o de bajo costo, tanto en Europa como entre países del euro.
- Mayor seguridad y confianza, al ser dinero emitido por el BCE y no depender de bancos comerciales.
- Menor economía sumergida, lo que a largo plazo puede traducirse en una fiscalidad más justa.
Desventajas
Para las empresas:
- Mayor control fiscal y reducción del anonimato, lo que podría afectar a quienes operan con efectivo para evitar impuestos.
- Costes de adaptación tecnológica, especialmente para pymes que deberán actualizar sistemas de pago y contabilidad.
- Posible aumento de la carga administrativa por la necesidad de reportar más operaciones digitales.
Para los particulares:
- Menor privacidad en las transacciones respecto al efectivo, ya que las autoridades podrían tener acceso a ciertos datos para prevenir fraude o evasión fiscal.
- Desaparición gradual del anonimato del dinero físico, lo que podría generar preocupación entre algunos usuarios.
¿El euro digital cuándo entra en vigor?
El euro digital no tiene una fecha oficial fija de entrada en vigor aún.
✅ Lo que sabemos
- La fase de preparación del euro digital comenzó el 1 de noviembre de 2023.
- Esta fase se había proyectado para concluir a finales de octubre de 2025.
- El BCE anunció que en 29 de octubre de 2025 el Consejo de Gobierno decidió seguir adelante con el proyecto y pasar a la siguiente fase técnica.
- El calendario que figura actualmente indica que un piloto podría lanzarse “tan pronto como mediados de 2027” y la emisión a gran escala podría estar preparada para 2029, siempre que se apruebe antes la legislación pertinente de la UE.
- En cuanto a la legislación, el BCE espera que los co-legisladores de la UE aprueben el marco regulatorio en 2026.
⚠️ Lo que no es seguro aún
- No hay una fecha definitiva de entrada en vigor del euro digital: la emisión depende de que se complete la legislación sobre su estatus legal.
- Aunque el piloto podría empezar en 2027, esto no garantiza que el uso generalizado sea ese año: 2029 es la estimación que se está barajando en cuanto al lanzamiento oficial.
- El diseño definitivo, las limitaciones (por ejemplo, cuántos euros digitales podrá tener un usuario) y las funcionalidades (offline, privacidad, etc.) siguen estando sujetas a decisiones técnicas y regulatorias, por lo que hay todavía muchas cuestiones en el aire.
Entonces, ¿cuándo saldrá el euro digital?
El euro digital podría empezar a probarse en 2027 y estar listo para un lanzamiento general en 2029, siempre que la legislación de la UE esté aprobada antes, pero no hay fecha fija definitiva aún.
Precio del euro digital
El euro digital no tendrá un «precio» en el sentido de mercado que tienen las criptomonedas: 1 euro digital tendrá el mismo valor que 1 euro físico, ya que estará emitido por el Banco Central Europeo (BCE) y funcionará como dinero central.
Algunos te dejamos algunos detalles relevantes:
- La FAQ del BCE indican que «un euro digital es 1 euro» y que lo importante es que sea una versión digital del dinero existente, no una nueva moneda con valor separado.
- Dado que todavía no está en circulación, no hay un “mercado de cambio” como tal para él.
- Hay costes asociados a su implementación (para bancos, infraestructuras, etc.), pero estos no afectan al valor para el usuario final: serían gastos del sistema, no un “precio” que pagan los ciudadanos. Por ejemplo, un estudio estimaba que los bancos podrían incurrir en costes de implementación que para todo el área del euro podrían situarse en unos 18.000 millones de euros en su fase inicial.
Ventajas del euro digital
- Respaldo oficial y estabilidad: Está emitido y garantizado por el Banco Central Europeo, por lo que tiene el mismo valor y seguridad que el efectivo: 1 euro digital = 1 euro físico.
- Pagos rápidos y seguros: Permitirá pagos instantáneos dentro y fuera de la zona euro, sin depender de redes privadas internacionales (como Visa o Mastercard).
- Accesibilidad e inclusión financiera: Facilitará el acceso al sistema financiero a quienes no tienen cuenta bancaria, ya que podrá usarse mediante una billetera digital pública o gratuita.
- Reducción de costes y comisiones: Podría disminuir los costes de transacción para comercios y consumidores, especialmente en pagos transfronterizos.
- Fortalecimiento de la soberanía monetaria europea: Reducirá la dependencia de monedas privadas o extranjeras (como el dólar digital o las criptomonedas estables).
- Mayor transparencia y trazabilidad: Ayudará a combatir el fraude, la evasión fiscal y el blanqueo de dinero, gracias a la trazabilidad digital (aunque con niveles de privacidad controlada).
Desventajas del euro digital
- Pérdida de privacidad frente al efectivo: Aunque el BCE promete altos niveles de confidencialidad, el anonimato total no será posible, lo que preocupa a defensores de la privacidad financiera.
- Riesgo para los bancos comerciales: Si los ciudadanos trasladan sus depósitos al BCE, podría haber una fuga de fondos desde los bancos, afectando su capacidad de conceder créditos.
- Costes de adaptación tecnológica: Empresas y entidades financieras deberán invertir en infraestructuras digitales, sistemas de pago y ciberseguridad.
- Dependencia tecnológica y riesgos cibernéticos: Como cualquier sistema digital, el euro digital será vulnerable a ciberataques o fallos técnicos, por lo que requerirá medidas de seguridad extremas.
- Complejidad regulatoria: Su implementación exige nuevas leyes europeas y coordinación entre países, lo que puede retrasar su adopción y generar incertidumbre inicial.
- Posible exclusión temporal: Durante la transición, algunos sectores (especialmente personas mayores o sin acceso a internet) podrían tener dificultades para adaptarse.
El euro digital y el futuro del efectivo
El debate sobre el euro digital trasciende la simple creación de una nueva forma de dinero: representa una redefinición del papel del Estado, la banca y los ciudadanos en la economía digital.
Para el Banco Central Europeo y otros reguladores, el objetivo principal es reforzar la soberanía monetaria europea y garantizar que exista un medio de pago público y seguro en un entorno dominado por actores privados y monedas digitales extranjeras. Desde esta perspectiva, el euro digital sería una extensión moderna del dinero en efectivo, capaz de coexistir con él y preservar la confianza en el euro como unidad de cuenta y reserva de valor.
Los expertos académicos y financieros subrayan, sin embargo, que el éxito del proyecto dependerá de su diseño técnico y regulatorio. Cuestiones como el equilibrio entre privacidad y trazabilidad, la posible desintermediación bancaria o los límites de tenencia son esenciales para evitar desequilibrios en el sistema financiero.
Los analistas coinciden en que el euro digital debe implementarse de manera gradual, con pilotos controlados, transparencia institucional y estándares tecnológicos abiertos que garanticen seguridad e interoperabilidad.
Al mismo tiempo, destacan que su adopción debe ir acompañada de una legislación firme que proteja la privacidad de los ciudadanos y establezca derechos claros sobre el uso de sus datos.
Por último, las instituciones financieras, empresas tecnológicas y organizaciones civiles coinciden en que el euro digital transformará la infraestructura de pagos europea y tendrá implicaciones sociales de gran alcance. Para la banca comercial, supone tanto una oportunidad de modernización como un desafío a su modelo de negocio tradicional; para los ciudadanos, una promesa de eficiencia y seguridad que debe equilibrarse con la preservación del anonimato financiero.
En conjunto, el euro digital será tan exitoso como lo permita su gobernanza: un instrumento que puede fortalecer la autonomía europea y modernizar los pagos, siempre que se gestione con prudencia, transparencia y respeto a las libertades individuales.
Preguntas frecuentes sobre el euro digital
¿El euro digital es una criptomoneda?
No, el euro digital no es una criptomoneda. A diferencia de monedas como Bitcoin o Ethereum, no estará descentralizado ni dependerá de una red privada de validadores. El euro digital será emitido y respaldado por el Banco Central Europeo (BCE), lo que garantiza su estabilidad y valor fijo: 1 euro digital = 1 euro físico.
Además, no buscará la especulación ni tendrá fluctuaciones de precio, sino que funcionará como una versión digital del dinero oficial, diseñada para facilitar pagos seguros, rápidos y fiables dentro de la zona euro.
¿Qué se necesitará para tener y operar con euros digitales?
Para usar el euro digital, los ciudadanos y empresas dispondrán de una billetera digital (wallet), gestionada a través de su banco o proveedor de servicios de pago autorizado. Desde esa aplicación podrán recibir, almacenar y enviar euros digitales de manera instantánea, tanto en tiendas físicas como en línea.
No será necesario tener una cuenta bancaria tradicional para usarlo, ya que el BCE prevé ofrecer opciones básicas gratuitas para garantizar la inclusión financiera. Además, se contempla la posibilidad de pagos sin conexión a internet (offline), con mecanismos que preserven la privacidad y permitan operar incluso en zonas sin cobertura.
¿Todo el mundo podrá acceder?
Sí, el euro digital estará disponible para todos los ciudadanos, residentes y empresas de los países que utilizan el euro. Su diseño busca que sea inclusivo, accesible y fácil de usar, incluso para personas sin cuenta bancaria o con pocos conocimientos digitales.
El BCE y los bancos centrales nacionales trabajarán para que el acceso sea gratuito y para garantizar que las personas mayores o con discapacidad puedan utilizarlo sin dificultades. En fases posteriores, también se prevé su uso limitado por visitantes o turistas en la zona euro, facilitando los pagos transfronterizos dentro del espacio europeo.





