Facebook Pixel

Impuestos en el Salvador y ventajas de su fiscalidad: Pasos y trámites para crear empresa en el Salvador

El Salvador ha atraído la atención de empresas y patrimonios internacionales por su régimen fiscal novedoso y sus reformas económicas. En 2021 se convirtió en el primer país de Centroamérica en reconocer al Bitcoin como moneda de curso legal, impulsando la innovación financiera y las inversiones tecnológica. ¿Cuáles son los impuestos de El Salvador y sus ventajas fiscales? ¿Cuál es el proceso para crear una empresa en El Salvador?

Paralelamente, El Salvador utiliza el dólar estadounidense como moneda oficial, lo que elimina el riesgo cambiario y mantiene una inflación baja. Estas condiciones, unidas a estabilidad macroeconómica y políticas pro-empresariales, crean un entorno propicio para emprendedores y expatriados que buscan optimizar su carga tributaria y mejorar su rentabilidad mediante sociedades offshore.

impuestos el salvador

A continuación se examina con detalle la fiscalidad salvadoreña, los impuestos vigentes, sus ventajas, requisitos de residencia fiscal y los trámites para constituir una empresa, así como alternativas fiscales comparativas en otras jurisdicciones.

Fiscalidad de El Salvador: características y cómo funciona su sistema tributario

El sistema tributario de El Salvador se basa en el principio de territorialidad: los residentes fiscales sólo tributan por las rentas obtenidas dentro del territorio nacional. Es decir, las ganancias de fuente extranjera no están sujetas al Impuesto sobre la Renta (ISR) en El Salvador. Esta característica hace que el país exima de gravamen el ingreso global de sus contribuyentes, gravando únicamente la renta local.

Como contraparte, mantiene impuestos internos tradicionales para la economía doméstica. En la práctica, los pagos de personas o empresas extranjeras se someten a retenciones del 20 % al ser pagadas, considerándose este porcentaje como pago definitivo si el extranjero no tiene domicilio tributario salvadoreño.

Además, la economía dolarizada ha fortalecido la credibilidad y estabilidad macroeconómica de El Salvador: “la economía dolarizada reduce el riesgo cambiario y minimiza la inflación” según análisis del Foro Económico Mundial. El país también ha firmado numerosos tratados de libre comercio (más de 40) y aplica reformas legales para atraer inversión extranjera.

En particular, la adopción de Bitcoin y la reciente aprobación de incentivos fiscales reflejan un modelo pro-inversión. Sin embargo, expertos señalan que el sistema territorial pura aún está en desarrollo y requiere nuevas leyes para su implementación completa.

En resumen, El Salvador combina un régimen territorial (rentas fuera exentas) con impuestos internos convencionales, buscando ofrecer ventajas fiscales a extranjeros sin renunciar a la recaudación nacional.

¿Qué impuestos se pagan en El Salvador?

El Salvador mantiene la estructura típica de impuestos en Latinoamérica. Vamos a detallar los principales impuestos de El Salvador:

  • Impuesto sobre la Renta (ISR): Para sociedades la tasa estándar es del 30 % de las utilidades (25 % para pequeñas empresas con ingresos ≤$150,000). Para personas naturales residentes la tarifa es progresiva, desde exenciones iniciales hasta un máximo del 30 %, aplicando deducciones y cuota fija según tramo. Los no residentes pagan 30 % fijo como retención final.
  • Anticipo de ISR: las empresas deben pagar mensualmente un 1.75 % sobre sus ingresos brutos como crédito a cuenta del ISR anual. Además existe un impuesto municipal anual sobre ingresos locales, y un impuesto anual de licencia comercial en función de los activos de la empresa (desde US$91 hasta US$11,428).
  • Impuesto al Valor Agregado (IVA): 13 % de tasa general sobre ventas de bienes y servicios. Existen tarifas reducidas (5 %) para ciertos alimentos básicos. Algunos servicios (exportaciones) están gravados al 0 %.
  • Impuestos especiales: gravámenes sobre consumos específicos, por ejemplo impuesto a bebidas alcohólicas, tabaco o bebidas azucaradas según leyes especiales.
  • Impuesto a la Transferencia de Bienes Raíces: 3 % sobre el excedente del valor de la propiedad superior a US$28,571.43.
  • No existen otros impuestos patrimoniales: no se aplican tasas sobre donaciones (el impuesto de donaciones fue derogado en 1993) ni sobre herencias de manera separada. Tampoco hay impuesto de timbre (fue derogado en 1992).
  • Contribuciones sociales: obligatorias sobre nóminas (ISSS y AFP) para salud y pensiones, más un pequeño impuesto al salario (0-1 % para formación profesional) si se excede cierto número de empleados.

En conjunto, el sistema impositivo salvadoreño grava ingresos nacionales (renta y consumo) y cuenta con tributos municipales, pero exime toda renta obtenida fuera del país. Esta estructura reduce notablemente la carga fiscal sobre negocios con ingresos internacionales, ya que dichas ganancias no ingresan a la base imponible local.

¿El Salvador es un paraíso fiscal?

Es común preguntarse si El Salvador puede considerarse un “paraíso fiscal”. Si bien exime de impuestos las rentas extranjeras (lo cual evoca los sistemas territoriales de baja tributación), no encaja en la definición clásica de paraíso fiscal.

El país mantiene tasas corporativas y personales moderadas (30 %) sobre ingresos nacionales, exige contabilidad y cooperación internacional, y no aparece en las listas negras de la OCDE. Además, las recientes reformas han creado límites y condiciones: por ejemplo, los flujos de dinero del extranjero están exentos según ley reciente, pero especialistas advierten que se requieren regulaciones adicionales para que dicho régimen sea plenamente operativo.

En la práctica, El Salvador ofrece incentivos claros (rentas extranjeras exentas, criptomonedas exentas, zonas francas, etc.), pero con transparencia y gravámenes nacionales normales. En consecuencia, aunque resulta muy competitivo fiscalmente, no cumple todos los criterios de un paraíso fiscal tradicional.

Beneficios de tributar en El Salvador

Tributar en El Salvador puede ofrecer múltiples ventajas para inversores y empresas extranjeras:

  • Sistema territorial: Como se dijo, solo se tributa por rentas de fuente salvadoreña. Todas las ganancias obtenidas fuera del país quedan totalmente exentas del ISR local. Esto permite a empresas internacionales operar sin gravámenes sobre sus ventas globales.
  • Exenciones a la inversión extranjera: En marzo de 2024 el Congreso aprobó reducir a 0 % el ISR sobre inversiones extranjeras y remesas recibidas. Es decir, el aporte de capital de inversores foráneos no pagará impuesto alguno, independientemente del monto. Junto con ello, se eximen impuestos aduaneros y municipales vinculados a nuevas inversiones.
  • Zonas Francas e incentivos especiales: Las empresas en zonas francas disfrutan de exención de ISR hasta por 8 años (luego 50 % por 4 años). También se otorgan incentivos a sectores estratégicos (tecnología, agroexportación, manufactura, etc.) y a inversionistas calificados, reduciendo la carga tributaria para proyectos con alto valor agregado.
  • Innovación financiera: La Ley Bitcoin de 2021 establece que las ganancias de capital obtenidas con criptomonedas no se gravan con ISR. Además, operar con Bitcoin como medio legal de pago fortalece la privacidad financiera y reduce fricciones transaccionales para las empresas cripto.
  • Ausencia de impuestos patrimoniales: No hay impuesto sobre donaciones ni sucesiones, ni impuesto a la riqueza. Tampoco existe impuesto de salida o sobre dividendos percibidos en el extranjero, lo que simplifica la estructura fiscal global.
  • Ahorro operativo: El país ofrece costos empresariales competitivos, energía barata y crecimiento de infraestructuras (puertos, aeropuertos, carreteras) altamente calificadas en la región. Los inversores se benefician de mayor predictibilidad al operar con dólares y de un clima de baja inflación.
  • Seguridad jurídica y protección: La constitución salvadoreña garantiza igualdad de derechos a inversionistas nacionales y extranjeros. Las reformas recientes han reforzado la seguridad jurídica para capitales foráneos, y agencias internacionales han mejorado la calificación crediticia del país.

En síntesis, los beneficios de tributar en El Salvador residen en la drástica reducción de impuestos para rentas internacionales, junto con incentivos fiscales y un entorno legal favorable para extranjeros. Esto permite a empresas y patrimonios preservar más capital, reinvertir ganancia neta y evitar cargas administrativas complejas.

Requisitos para obtener la residencia fiscal en El Salvador

La residencia fiscal en El Salvador (domicilio tributario) se adquiere principalmente por permanencia. Según el Código Tributario, una persona natural se considera residente fiscal cuando reside en El Salvador (temporal o permanentemente) por más de 200 días consecutivos en un año calendario.

Es decir, al permanecer aproximadamente siete meses continuos en el país dentro de un mismo año natural, se activa el domicilio tributario salvadoreño. Una vez domiciliado, se debe inscribir en Hacienda, presentar declaraciones y tributar como cualquier otro contribuyente local.

Los extranjeros que no alcancen ese umbral de días sólo están obligados a tributar mediante retenciones del 20 % sobre los pagos recibidos en El Salvador (el porcentaje se considera pago final).

No obstante, es posible que un extranjero decida voluntariamente solicitar el cambio a domicilio tributario (por ejemplo, al iniciar una actividad comercial local), lo que implica asumir la tributación normal.

Adicionalmente, aunque no es un requisito fiscal estricto, obtener visa de residente (por inversión, trabajo, pensionado, etc.) facilita el cumplimiento administrativo. Por ejemplo, existen programas de visa por inversión que exigen aportes de capital a la economía nacional.

En todo caso, para efectos de impuestos la clave es cumplir con la permanencia (>200 días) que otorga residencia fiscal y proceder a registrarse ante las autoridades tributarias salvadoreñas.

Ventajas de abrir empresa en El Salvador como extranjero o expatriado

Constituir una empresa en El Salvador ofrece diversas ventajas para empresarios internacionales:

  • Plena propiedad extranjera: No hay restricciones legales para que un extranjero posea el 100 % del capital social. Se requiere un capital mínimo muy bajo (US$2,000 en total, del cual sólo US$100 debe desembolsarse inicialmente), permitiendo levantar empresas con costos iniciales reducidos.
  • Proceso ágil: El trámite de constitución es rápido. Tras redactar la escritura pública y el objeto social, la inscripción en el Registro de Comercio (CNR) confiere personalidad jurídica a la empresa. Este registro suele completarse en pocos días; de hecho, una guía legal estima que el proceso total dura alrededor de 5 días hábiles si la documentación está completa.
  • Moneda estable y tratados: Al operar en dólares estadounidenses, se evitan riesgos de cambio. Además, la red de tratados de libre comercio de El Salvador (con países de América, Europa y Asia) otorga acceso preferencial a mercados externos, facilitando la exportación.
  • Incentivos adicionales: El país ofrece exenciones y beneficios por sector: zonas francas, parques tecnológicos y programas de inversión tienen regímenes fiscales especiales (ver sección 4). Esto significa que muchos gastos y utilidades de la empresa pueden quedar exentos temporalmente.
  • Ambiente favorable: El Salvador ha mejorado considerablemente su seguridad y entorno empresarial en los últimos años. Se considera uno de los destinos más estables de Centroamérica para negocios. La economía dolarizada, infraestructura moderna (puertos, aeropuertos, internet) y mano de obra calificada también son atractivos para emprendedores extranjeros.
  • Igualdad de trato legal: La legislación salvadoreña protege la Inversión Extranjera Directa al otorgar igualdad de condiciones a inversores foráneos. No se exigen socios locales ni barreras adicionales, y las ganancias pueden repatriarse libremente (sujetas sólo a los impuestos salvadoreños correspondientes).

Por todo ello, abrir una sociedad en El Salvador permite a los empresarios extranjeros operar con flexibilidad, recibiendo trato legal equitativo y aprovechando ventajas fiscales y logísticas que optimizan la rentabilidad del negocio.

crear empresa en el salvador

¿Por qué y cuándo es buena opción constituir una empresa en El Salvador?

Constituir empresa en El Salvador puede ser especialmente beneficioso en los siguientes casos o situaciones:

  • Ingresos internacionales: Si el negocio genera la mayor parte de sus ingresos en el extranjero (por ejemplo, empresas de software, consultoría en línea o e-commerce global), El Salvador es ideal, pues solo gravará las ventas o servicios prestados localmente. Esto permite reinvertir o distribuir libremente las ganancias foráneas sin impuestos adicionales.
  • Reinversión de utilidades: Las utilidades retenidas en el negocio no tributadas en su origen significan más capital para crecer. En 2024, además, se implementó el 0 % de ISR para inversiones extranjeras nuevas, incentivando a reinvertir en el país.
  • Inversiones exportadoras: Para empresas que exportan bienes o servicios, operar desde El Salvador y aprovechar, por ejemplo, zonas francas exentas de impuestos, puede incrementar la competitividad de precios.
  • Ambiente corporativo competitivo: Si se busca una base en Centroamérica con costos operativos bajos, proyección internacional y protección legal, El Salvador ofrece ese equilibrio. Sus múltiples incentivos fiscales (sectores estratégicos, criptomonedas, libre comercio) y su estabilidad política la convierten en un destino atractivo para diversificar geográficamente un negocio.
  • Ventaja fiscal frente a residencia: Para empresarios que consideran trasladar su residencia fiscal, El Salvador puede ser favorable si cumple el umbral de días y mantiene activos en el extranjero, al beneficiarse de no tributar por esos ingresos foráneos. En resumen, es buena opción cuando el enfoque del negocio permite aprovechar la territorialidad y los incentivos descritos. Caso contrario (negocios locales intensivos sin flujo exterior), otras jurisdicciones o estructuras podrían ser más convenientes.

En definitiva, elegir El Salvador conviene cuando la estructura del ingreso coincide con su modelo fiscal (mayormente internacional) y se desean aprovechar sus exenciones legales.

Cómo crear una empresa en El Salvador: Requisitos y trámites

Constituir una sociedad en El Salvador es un proceso relativamente asequible, aunque siempre conviene hacerlo de la mano de consultores o abogados expertos. A continuación se resumen los pasos clave y requisitos documentales:

  1. Elegir tipo de sociedad: Primero se define la forma jurídica (p.ej. Sociedad Anónima de Capital Variable – S.A. de C.V. –, Sociedad de Responsabilidad Limitada, SAS, etc.). Cada estructura tiene particularidades, pero todas permiten el 100 % de socios extranjeros.
  2. Reunir documentos de socios: Los accionistas deben tener Número de Identificación Tributaria (NIT). Se presentan documentos de identidad (DUI para salvadoreños; pasaporte para extranjeros). Si algún socio es persona jurídica, se incluye su escritura constitutiva. Se fija el nombre de la sociedad (previamente aprobado en el Registro de Comercio).
  3. Definir capital social: El capital mínimo legal es de US$. Puede desembolsarse 5 % inicial ($100 USD) y el resto en hasta un año. Se estipula la distribución accionaria entre socios.
  4. Elaborar escritura de constitución: Un notario redacta la escritura pública con estatutos sociales (nombre, objeto, duración, capital, socios, apoderados).
  5. Inscripción en Registro de Comercio: La escritura se inscribe en el Registro de Comercio del Centro Nacional de Registros (CNR). Con esta inscripción la sociedad adquiere personalidad jurídica y queda habilitada legalmente.
  6. Registro fiscal (NIT/NRC): La empresa debe registrarse ante el Ministerio de Hacienda para obtener el NIT y el Número de Registro de Contribuyente (NRC). Este paso es obligatorio para facturar y cumplir obligaciones tributarias.
  7. Licencia municipal: Se tramita ante la alcaldía correspondiente la patente de funcionamiento o licencia comercial para operar según la actividad económica.
  8. Inscripciones laborales: Si habrá empleados, es obligatorio inscribir la sociedad en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y en una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), así como registrarse en el Ministerio de Trabajo si aplica.
  9. Permisos adicionales: Dependiendo del giro (alimentación, salud, construcción, etc.), puede requerirse licencias sectoriales o sanitarias específicas.

Con estos pasos, la empresa queda debidamente constituida y en regla. Es recomendable contar con asesoría local para el proceso notarial y registral. Un cierre exitoso suele ocurrir en unos 5 días hábiles después de presentar los documentos completos. Posteriormente la empresa debe cumplir con obligaciones periódicas (contabilidad, declaraciones fiscales, etc.).

Alternativas a la tributación en El Salvador: 4 residencias fiscales TOP para empresas y negocios digitales

1. Estados Unidos

Estados Unidos no ofrece un sistema territorial puro, pero brinda opciones atractivas. Los extranjeros sólo tributan en EE.UU. por sus ingresos de fuente estadounidense (salarios o negocios realizados en EE.UU.); cualquier ingreso obtenido afuera no se grava en EE.UU. Gracias a esto, una LLC de un solo socio extranjero que no realice actividades comerciales en EE.UU. no genera obligación de impuesto federal.

En este caso la LLC se considera “disregarded entity” (entidad transparente): ella misma no paga impuestos, aunque sí debe cumplir reportes (Form 5472). Si la LLC realiza negocios en territorio estadounidense sí requerirá declaraciones y tributará por ingresos “efectivamente conectados”.

A nivel estatal, algunos estados (como Delaware o Wyoming) no exigen impuesto corporativo sobre entidades foráneas. En síntesis, EE.UU. permite estructurar sociedades con alta credibilidad internacional y potencialmente carga impositiva cero a nivel federal para negocios sin actividad local.

Sin embargo, quienes se conviertan en residentes fiscales estadounidenses tributaron luego sus ingresos mundiales según normas internas, por lo que debe considerarse el panorama global.

2. Dubái (Emiratos Árabes Unidos)

Dubái, como parte de los EAU, ha emergido como destino fiscal competitivo. Desde junio de 2023 existe un impuesto corporativo federal del 9 % para empresas con beneficios superiores a ~US$102,000 anuales.

No obstante, las compañías con ingresos más bajos pagan 0 %, y las entidades en Zonas Francas calificadas pueden mantener una tasa efectiva de 0 % si cumplen criterios (p.ej. 75 % de ingresos del extranjero).

Además, no hay impuesto personal sobre la renta de personas físicas. Estos regímenes, junto con la economía estable, infraestructura de clase mundial y ausencia de impuestos sobre ganancias de capital, hacen de Dubái una residencia fiscal atractiva para negocios digitales y patrimonios.

Cabe mencionar que los EAU aplican IVA del 5 % sobre consumo interno, pero en general Dubái sigue siendo un centro de baja tributación para empresas globales.

3. Estonia

Estonia se destaca por su innovador sistema tributario y su programa de e-Residency, que facilita crear empresas 100 % en línea. Las empresas residentes sólo pagan impuestos cuando distribuyen utilidades: existe 0 % de ISR sobre las utilidades reinvertidas o retenidas, y una tasa del 22 % sólo al distribuir dividendos.

Esto significa que mientras los beneficios permanezcan en la compañía, no hay impuesto corporativo. Además, cuando se pagan dividendos, no se aplica retención alguna si el beneficiario es extranjero.

En la práctica, este sistema permite a las startups digitales acumular capital sin carga fiscal inmediata. El IVA estándar es 24 %, pero sólo al superar cierto umbral de ventas, por lo que muchas pequeñas empresas pueden gestionar impuestos indirectos limitados.

La combinación de transparencias fiscales electrónicas, baja burocracia y estas tasas atractivas hace de Estonia un refugio fiscal moderno para emprendimientos tecnológicos.

4. Panamá

Panamá aplica un claro modelo de territorialidad fiscal similar al salvadoreño. Sólo grava ingresos generados dentro de su territorio; las rentas obtenidas fuera de Panamá están exentas. El impuesto sobre la renta es progresivo hasta un máximo del 25 % sobre utilidades nacionales altas, con tasas más bajas para tramos inferiores.

Para empresas con ingresos globales, esto significa que el grueso de los ingresos extranjeros puede quedar fuera de tributación panameña. Panamá también ofrece instrumentos financieros offshore y regímenes especiales en zonas económicas y fondos de inversión.

Por su estabilidad, confidencialidad tradicional (aunque en mejor proceso de transparencia), y régimen territorial puro, Panamá sigue siendo una de las opciones preferidas para planificación fiscal internacional y gestión de negocios digitales.

Solicita una consultoría en elusión fiscal avanzada y creación de empresas fuera de España

Determinar la estructura óptima de residencia fiscal y corporativa depende de las circunstancias específicas de cada proyecto o patrimonio. Las ventajas vistas para El Salvador, EE.UU., Dubái, Estonia o Panamá requieren un análisis detallado de flujos de ingresos, actividad económica y perfil personal. Solicita ya una consultoría en elusión fiscal avanzada y creación de empresas en el extranjero.

Un asesor experto evaluará tu caso, seleccionará la jurisdicción idónea y gestionará la constitución de la sociedad. Así maximizarás tus beneficios fiscales, minimizando riesgos legales y administrativos. Contacta a nuestro equipo especializado para planificar tu expansión internacional con total seguridad jurídica.


ismael santos asesor fiscal internacional

Soy Ismael Santos, Tu asesor fiscal internacional 4.0. Mi propósito; ayudarte, como emprendedor, a aprovechar tus fortalezas y alcanzar tus objetivos siguiendo un camino probado y eficaz. Porque, seamos sinceros, nadie quiere trabajar para Hacienda más de lo necesario, ¿verdad?

➡️ Contacta conmigo aquí

Comparte este artículo